CARTA DE PAPI (NOSTALGIA)

Hola pequeña Princesa, Ainhoa de mi corazón, soy tu papí como puedes ver. Te escribo para decirte que sigue pasando el tiempo y sigo sin acostumbrarme a estár sin ti. El dolor va cicatrizando como una herida que no termina de cerrar nunca, y sigue ahí, doliendo como una estaca clavada en el corazón y no te puedes quitar. Te digo, que eres y serás siempre lo mejor que nos ha pasado a tu mami y a mi, y que nunca, nunca dejaras de estar con nosotros en nuestros corazones y nuestras mentes. Ojala, hubieras podido disfrutar del embarazo de mami, que seguro que seguirá adelante con tu ayuda y la de Dios. Maldigo el día en que partiste y maldigo todas las enfermedades que hacen sufrir a los niños/as y además tienen el final que tu tuviste. Ainhoa, por muchos hijos que tengamos, siempre nos faltarás tú, nos arrancaron nuestra vida el dia 16 de Marzo de 2006, día que odiaré toda mi vida, hasta que muera, cosa que no me preocupa porque pienso que nos encontraremos en algún lado, o al menos eso espero hija. No nos acostumbramos a tu ausencia, no sabemos lo que hacer, y aun menos los fines de semana en que las horas se hacen interminables sin ti. Solo nos queda, sacar del pasado, y recordar todas las vivencias felices que tuvimos contigo, aunque de vez en cuando nuestra mente nos traiciona y nos martiriza con el dolor de tus últimos días sufriendo en el hospital y que desembocó en la desgracia más grande que puede sufrir un ser humano (la perdida de un hijo/a). Espero que ayudes a tu mami, y a tu hermito/a pequeño/a del que siempre serán un gran ejemplo, y aprenderá de ti, de su hermana, pues tus papís, si Dios quiere le enseñarán quien es su hermana mayor, la primogénita de la familia, y que un día subió al cielo, y se hizo eterna. Esa eternidad que tienes para las personas que te quieren y que nunca te olvidarán. No eres un recuerdo, eres una realidad para siempre, por lo menos para Papá y mamá, de eso puedes estar segura.
Ainhoa, gracias por existir, por habernos dado los 5 años más felices de nuestra vida, ayuda a tu mamí con su embarazo y cuida del peque, hazle ese favorcito a papi, hija.

Que duro es, Ainhoa, pensar que es verano, que otros padres acompañan a sus hijitos, quizás sin darse cuenta de lo que tienen, que cuando estabas con nosotros, disfrutábamos de cada minuto contigo, que nos bajamos al Residencial para que te bañaras, y estuvieses con tus amiguitos del bloque, y en las vacaciones de Papi nos íbamos a la playa, al hotel de las camitas, como tu decias, para jugar juntitos, haciendo castillos de arena, y papá disfrutando de verte feliz. Ahora todo es distinto, nada es igual, el verano ya no es verano sin ti, papá no se ha bañado todavía en la piscina del Residencial desde que te marchaste, y que mami solo ha bajado para tomar un poco el sol.

Bueno, hija, a pesar de todo, seguimos luchando, y esperamos que estés orgullosa de nosotros, al igual que nosotros lo estamos de ti, por intentar vivir lo más dignamente que podemos, siempre contigo en lo más hondo de nuestro ser.

Espero que donde estés exista un gran paraíso con un pedacito de playa con arena para que juegues, con tu pala, tu cubo y tu gorra, disfruta de tus nuevos amiguitos, de esos ángeles como tú, Princesa. No me despido de ti, porque siempre estás conmigo. UN BESO HASTA EL CIELO, HIJA.

CARLOS, EL PAPÁ DE AINHOA.