Quien no ha amado o ama a alguien o algo en la vida. A su pareja a su esposa/o a su patria o su pais, o su religión o su idolo musical. Pero para mi, el verdadero amor es el de los padres o madres a los hijos, que son verdaderamente nuestra vida, nuestra razón de ser, el mayor amor del mundo, el más grande que un ser humano puede sentir, por la que dariamos la nuestra, nuestra vida, sin pensarlo. Entregariamos nuestra vida entera por ellos, por prolongar la suya, por defenderlos o porque ellos estuvieran siempre sanos y fuertes y no les ocurriese nunca nada malo. Pero la vida no es así. A veces te golpea, te hunde, te humilla y de deja desvalido e impotente sin saber porqué, sin explicación y sin poder hacer nada aunque quieras y sin que esté en tu mano, sin piedad, para robartelos, para quitarte a lo que más quieres en esta vida, a esa parte de ti, de tu propia vida, para dejarte invalido por el resto de tu existencia en esta tierra, en este mundo de incomprensión y de preguntas sin respuesta. Yo siempre lo he dicho, entregaria la vida por mis hijas, aunque por tí Ainhoa no puedo hacer nada, simplemente seguir queriendote como siempre lo he hecho. La hubiera entregado sin pensarlo porque siguieras viviendo junto a tu madre, y con todos aquellos que te siguen queriendo pese a tu ausencia fisica, porque ese es el verdadero amor, el que traspasa las fronteras de la vida y la muerte, de la presencia y de la ausencia, el que sigue amando pase lo que pase.
Ahora, Ainhoa, más que nunca, viendo a tu hermanita crecer, te quiero más que nunca, te echo de menos cada dia más y siento no poder disfrutar de tu presencia junto a tu hermanita Carla, esa que nos saca la sonrisa cada dia, aunque el corazón lo tengamos destrozado, hecho pedazos, porque se lo merece al igual que tu, hija, y por la que seguiremos luchando dia a dia, hasta que la vida o quien sabe que, nos lleve junto a ti, traspasando las fronteras de la vida y la muerte.
Asi que, me reitero en mis palabras, de que, si estuviese en mi mano, daria mi vida por tu hermanita, ya que por ti no puedo hacer nada, hija, simplemente y no es poco, quererte como siempre lo hago. Cuida de tu hermana, hija, se que la quieres como nosotros, y dile a Dios, que se que estás con él, que tome mi vida si necesita alguna, pero que proteja a tu hermana por todo lo alto, que yo estoy dispuesto a entregar mi vida por Carla al igual que lo hubiese hecho por ti. Os quiero con locura hijas. Sois lo más grande que me ha regalado la vida.
Un beso grandisimo hasta el cielo, para ti hija. Te quiero Ainhoa. No lo olvides núnca.
Tu pachurri siempre.
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