26 MESES SIN TI.

Han pasado 26 meses desde que mi niña marcho fisicamente.Tan solo tenía 5 añitos, y llegó al mundo un 15 de Enero, después de un embarazo normal, antes de nacer ya sabíamos su nombre para nosotros sus padres el más bonito AINHOA.Tan deseada y tan querida que cuando nació parecía un sueño tenerla en mis brazos, comprobé que la felicidad existe, y también aprendí que no dura mucho.El tiempo ha transcurrido y en estos 26 meses sin ella, han sucedido muchas cosas, unas alegres y otras triste, este tiempo ha sido una montaña rusa, un continuo caer, y levantar de emociones... Desde el mismo día de su marcha, me sentí arropada por muchas personas que tenía a mi lado, y me dejé querer, pero pronto pude comprobar que no estaban allí por mí, sino por mi hija, que lloraban su marcha y compartían mi dolor, aunque es muy difícil consolar a una madre en estas circunstancias, encerrarme en mi pena me parecía demasiado egoísta, miré a mi alrededor y vi a un padre destrozado que me necesitaba ahora más que nunca, y no podía fallarle. También estaban sus abuelos, tíos, primos, amigos, gente conocida y desconocida que se volcaron con nosotros. Todos lloraban su marcha. Recuerdo el abrazo del médico que lucho tanto por nuestra pequeña, y como se secaba las lágrimas al despedirse de nosotros en esa UVI. Nos decían que éramos unos grandes padres, con un gran amor hacia nuestra hija y que habían aprendido mucho de nosotros, como podía ser de otra manera... si nuestra hija es nuestra vida y simpre lo sera. El día del funeral vino tantísima gente. Mi hija tuvo tantas coronas de flores y ramos que entonces supe que mi hija en su corta vida había sido muy querida por todos, no sé como ni de donde saqué las fuerzas para mantenerme en pié ese día, pero desde el primer momento sentí que ella estaba presente, la notaba tan cerca de mí..., que creo que ella me decía Mami... TU NO, TU NO, ADELANTE. Después volvimos a casa, y nos enfrentamos a la realidad, a lo peor, al tremendo vacío que había dejado, buscaba constantemente fotografías suyas, ella era una niña alegre, no quería recordarla en el hospital, sino felizmente, riendo y sobre todo abrazándola, y en mis brazos... pues siempre quería estar con sus papis, éramos adictos a ella... Pocos días después buscando consuelo y desesperados nos encontramos en este camino del duelo a padres que como nosotros habían perdido un hijo, allí encontré tanta comprensión... encontré otro concepto que yo tenía de la muerte. Alli me recomendaron varios libros, el primero fue El Camino de Lagrimas de Jorge Bucay, después de este nos recomendaron muchos más, buscando respuesta a tantas y tantas preguntas que me pasaban por la cabeza. "Déjame llorar", "Camino de héroes" y ”Estas en mi Corazón” los tres de Angi Carmelo. Déjame llorar, porque las lágrimas son una especie de bálsamo que suaviza el dolor, pero cuidado, no debemos aislarnos porque esto nos hace muy vulnerables y corremos el riesgo de enfermar, y convertirnos así en una carga para esas personas cercanas que sufren tanto como nosotros.Camino de héroes, porque hay que ser un héroe para pasar por una experiencia así y volver a renacer, y digo renacer porque ya no volvemos a ser la misma persona, una tragedia así puede destruirnos, llenarnos de rabia, o por el contrario hacernos más sensibles a los problemas y a los sufrimientos de los demás. y Estas en mi Corazón, por que con la marcha física de mi hija, en ningún momento ha desaparecido mi infinito Amor hacia ella, esta presente en cada minuto en cada segundo... SIEMPRE EN MI CORAZON. Aunque yo por más que lo intentaba, estaba como descolocada, no sabía cuál era mi sitio, veía a las madres pasear con sus niños, a buscarlos al colegio..., y yo ya no formaba parte de ese mundo, sentía fobia a salir a la calle, bastaba que me preguntaran como estás y eso me hacia callar más mi dolor, no queria dar pena, empecé a tener autentico miedo a las palabras de personas que un intento por ayudar me destrozaban mas... . Había tres cosas que no me gustaba oír y que me decían con frecuencia. , todavía me lo siguen diciendo...La primera es “... Dios la he querido para el ahora, Tenéis un Ángel en el cielo” y yo para mis adentros pienso, pero es que yo no quiero un ángel en el cielo, quiero a mi hija y la quiero a mi lado, mi dolor tiñe mi fé, creó que existe un Dios pero el dolor por ahora me puede, nos han partido la vida a nosotros sus padres y a mi hija por la mitad.La segunda es... Sois jóvenes... Tener otro hijo “un clavo saca otro clavo!, Que crueles me siguen pareciendo estas palabras, Por 10 hijos que tuviera jamás olvidaría a mi hija, todo lo que paso..., todo lo que lucho..., jamás olvidare que me hizo madre y es parte de mí, ser joven no me exime del dolor. La tercera es... ya ha dejado de sufrir, y aunque en cierta manera es así, no logro comprender, por que se escapa a la razón, del ciclo de la vida ¿Por qué mi hija tuvo que sufrir?.De estos comentarios y otros he aprendido a defenderme, bien ignorándolos, o contestando de la manera que yo creía mas justa, para que no me hicieran mas daño... En casa yo necesito hablar de mi hija, hablamos con mucha naturalidad de todos lo momentos bellos compartidos y tambien de los malos recuerdos y si hay que llorar se llora y si hay que reir pues se rie, pero Carlos no quiere vivir sin ella, ... lucho con todas mis fuerzas para darle todo mi amor y apoyo y decirle que estoy a su lado, juntitos como bien nos decia siempre Ainhoa. Yo lloró en silencio y mi marido lo sabe, el llora cuando lo siente, y me parece muy valiente en este sentido, porque el hacerlo en silencio es para evitar hacernos daño el uno al otro, yo sé de su dolor y él sabe del mío... Es cierto que aunque nos une el mismo Amor por nuestra hija nuestro duelo ha sido diferente..., esta siendo diferente. Ahora después de estos 26 meses, e suavizado mi dolor, he espaciado mas mis crisis de rabia y desesperación, la tristeza es más llevadera... ahora sé que es cierto lo que me decían las mamas en la misma situación que yo, y es que el tiempo aunque no cura... ayuda, mi forma de ser ha cambiado con respecto al principio, pero nunca cambiara MI AMOR , MI HIJA ES PARTE DE MI, POR SIEMPRE ESTA PRESENTE EN MI CORAZON, SIEMPRE VIVIRA EN EL.
Un beso hasta el cielo.
Loly, la mamá de Ainhoa.

Esta carta expresa los sentimientos tanto de Carlos como los mios, da igual quien la escriba, los sentimientos son los mismos.